El folclor Llanero, uno de los más puros y auténticos que le quedan a Colombia, es un el folclor básicamente mestizo, una destilación de rasgos tanto españoles (especialmente andaluces) como nativos de América que comenzaron a interactuar en el siglo XVI con los primeros encuentros entre misioneros e indígenas, no obstante el contacto externo que siempre ha existido. Durante la Colonia la influencia ininterrumpida de Venezuela fue evidente en la aparición de elementos africanos como el ritmo distintivo sincopado del joropo y la celebración del "Tiempo de Negreras" en Arauca.
La influencia venezolana en el siglo XX puede encontrarse en la creciente popularidad del liquilique y la canción joropo o pasaje. También se ha presentado el intercambio esporádico con el interior colombiano.
Se puede afirmar que la música llanera es patrimonio de Colombia y Venezuela, ya que en la frontera esta música se escucha y se ama por igual en los dos países. De allí que una canción llanera diga: “Colombia y Venezuela son dos naciones hermanas, por eso yo he pensado que si logro que ella me quiera, se unirán mas nuestras tierras, seré el dueño de dos almas”
Hay dos dimensiones de la música llanera: la urbana y la campesina.
La campesina, es la música original. La que narra las vivencias del campo, las injusticias de los políticos, los amores de verdad... Es la música criolla que para los mas tradicionales no se debe mezclar con el género urbano, pues lo consideran muy lejano a la esencia musical original.
La música llanera es universal siendo criolla, y conserva el lenguaje verdadero del campo, así como sus ritmos, instrumentos, y todo el ambiente necesario para que sea tradición, argumentan los radicales, afirmando que no necesita volverse urbana para ser reconocida.
Sin embargo, es reconocido el hecho de que los cultores de la música llanera urbana, poseen gran amor por este género, a lo que le suman su creatividad, a veces más trascendental que la música llanera campesina. Exponentes como Reinaldo Armas, Luís Silva, Ignacio Rondón, Arnulfo Briceño, demuestran que el género se puede difundir a niveles que van allá de la frontera colombo venezolana, sin olvidar sus raíces y su esencia.
En los últimos cuarenta años el impacto del interior sobre el folclor llanero se ha vuelto cada vez más penetrante. La inmigración de miles de guates hacia los Llanos ha generado una nueva valoración de la música y los bailes llaneros y, con la llegada de las telecomunicaciones modernas, las estaciones de radio y televisión en Bogotá regularmente presentan joropos y galerones.
La para su ejecución e interpretación, se halla dividido en cuatro grandes fracciones fundamentales a saber.
EL CORRIO
El corrió es una modalidad de las más antiguas y autóctonas de este hermoso folclor, se trata de una historieta ocurrida a determinada persona ya en su vida privada o en el trabajo y sobre este acontecer, los poetas y copleros se inspiran para relatar ese acontecimiento en rima artística ya sea en prosa seguida por una sola letra que puede ser por ejemplo la A o cualquiera de las cinco vocales, como puede ser en décima o poética y se interpreta en los parrandos Llaneros que celebran en la sabana.
El corrió representa justamente la idiosincrasia del hombre Llanero, su altanería, su temperamento recio, su agresivo valor frente a los peligros, su rudeza para domar al caballo salvaje, el toro bravo cimarrón y para dominar inclusive a las fieras silvestres. También se expresa en el Corrió, la comprobada nobleza del Llanero, su resignación para vivir una región diferente a las demás zonas del país, su generosidad, hospitalidad y acentuado compañerismo.
Los corrios también se inspiran en historias de amor, en honor a las diferentes especies de fauna silvestre, pero especialmente a una muy popular, al GAVAN y las COROCORAS.
Otro sin fin de corríos surgieron de la época terrible que vivió la llanura colombiana con ocasión de la violencia partidista de la década del cincuenta, eventos que componen la enorme variedad de corríos llaneros, es decir, el corrió como las demás modalidades artísticas propias de esta inmensa llanura, hacen parte de su propia historia.
EL RITMO DE PASAJE
Esta es una modalidad, vale decir, la otra cara del corrió y los dieciocho golpes recios. Mientras que los golpes recios se ejecutan con especial énfasis en los bordones y tenoretes del arpa o de la bandola, el pasaje se ejecuta con mucha más influencia de las cuerdas primas o requintos y su letra es un tanto noble, suave y su interpretación bastante cadenciosa.
El pasaje es una canción romántica, en donde se habla de cosas sensibles, tiernas, bellas y amargas, presagia el romance, sentencia el olvido total o implora el perdón. También la flora, el paisaje, los ríos, los palmares, los morichales, los inmensos centros de sabana, los esteros, las cañadas, las madreviejas, los bongos, las curiaras, los caballos salvajes y los toros criollos que pitan en los bancos de sabana cuidando sus madrinas de ganados.
Los pasajes también hablan de los problemas del mundo, y asuntos del momento, pero son los temas folclóricos, es decir los costumbristas, los que perduran y se hacen parte de la historia de una región perpetuándose, porque en él se transmite la historia de generación en generación.
EL CONTRAPUNTEO
El folclor llanero se enriquece con esta modalidad que requiere de mucha habilidad musical y mental, pues se hace entre dos copleros que se confrontar con versos improvisadosy hacen rimar su canto con gracia, humor, y conocimiento de un tema específico.
El marco musical lo hace regularmente el arpa, la bandola llanera, el requinto o el bandolín y el ritmo usualmente es el pajarillo, la quirpa, la guacharaca o la periquera.
Las coplas deben terminar en una de las cinco vocales para que rimen y no puede cambiar la letra terminal sin previo permiso que se debe pedir cantando al adversario y si este no lo concede no se cambiara; si un coplero cambia la letra sin permiso de su contendor, habrá perdido la confrontación.
El tema de las coplas tampoco se puede cambiar, pues el que lo cambie pierde puntos frente a los jurados cuando se está en concurso. Generalmente gana el contrapunteo, aquel coplero que mayores conocimientos tenga de la vida y costumbres de los Llaneros, ingredientes que requiere estar ayudado indudablemente de una extraordinaria agilidad mental y facilidad de expresi6n para dibujar las cosas sin perder el ritmo, la afinación, la letra terminal, la vocalización y sin titubear en el hilo de la conversación.
ampoco es permitido repetir los versos y menos decir versos vulgares. El contrapunteo tiene y usualmente una duración máxima de cinco minutos y es indudablemente todo un espectáculo presenciarlo y admirarlo.
POESIA O POEMA LLANERO
Esta si es indiscutiblemente la mas tradicional y cuidada de las modalidad del rico folclor llanero. Pertenece a los consagrados poetas y es la poesía o poema, la pagina inmortal de un folclor que allí tiene su máxima convergencia. El poema es el legado cultural que los poetas de una generación dejan a los venideros y estos toman esas poesías como soporte para inspirar las suyas y así sucesivamente. La poesía Llanera, es muy exigente, pues exige cuidadosa rima y celosa estructuración formativa para que sea verdadera poesía.
La poesía Llanera registra los grandes acontecimientos de la historia, para perpetuarlos. Las vivencias, los pronósticos y las más severas críticas a los errores cometidos. Allí en la poesía Llanera reposa el máximo sentimiento de las gentes de esta inmensa región pues sus poetas han compuesto canciones que nunca pasarán de moda y son el testimonio imborrable de un transcurrir histórico que nadie quiere olvidar o pasar desapercibido.
INSTRUMENTOS
Los instrumentos típicos empleados en la interpretación de la música llanera son el arpa, el cuatro y las maracas, al igual que el bandolín y la bandola que progresivamente ha sido desplazada por el arpa al igual que otros como el furruco y la cirrampla los cuales ya no se usan.
El Arpa: Principal instrumento de la Música llanera.
El arpa, usada por los jesuitas en sus misiones durante el siglo XVIII, desapareció de los Llanos después de las guerras de independencia y fue reintroducida del altiplano después de la rendición de las guerrillas en 1953.
El arpa en la historia fue utilizada en todo el territorio hispano americano, principalmente durante los siglos XVII y XVIII, como instrumento solista y armónico, tanto en la música religiosa como en la profana. En el siglo XIX se consolidó como el instrumento principal de varios géneros de música regional tradicional latinoamericana
Este instrumento típico musical de la región oriental Colombo-venezolana, tiene 32 o 33 cuerdas en nylon de diferentes calibres y organizadas en la escala musical según el grosor.
Regularmente es construida en cedro, aunque existen fabricantes que utilizan el Pino y otras maderas perdurables y resistentes. Se utiliza laca transparente en su pintura para que no pierda sonoridad como si ocurriría con alguna pintura de color.
El arpa llanera está muy relacionada con las expresiones artísticas y musicales del oriente Colombiano, adquiriendo desde sus inicios un valor de "propiedad" regional sobre el instrumento.
El Cuatro.
Este pequeño instrumento cuyo nombre se deriva de las cuerdas que posee, es una modificación del quinto y toma su origen a finales del XVI. A principio fue elaborado con trozos de madera rustica y cuerdas de fibra vegetal muy duras, las que adelgazaban con concha de moluscos haciéndolas adelante con vísceras (tripa) de animales, siendo disecadas y templadas al sol a objeto de que emitieran sonidos que en cierto modo igualaran con los instrumentos españoles.
Este instrumento nace con la finalidad de acompañar guaruras, pitos, tambores y maracas, siendo el instrumento menor o acompañante de todo conjunto musical llanero, se le ha distinguido como "guitarro". Anteriormente tiple, fue en el llano mismo el instrumento acompañante hasta que el cuatro lo desplazo definitivamente.
El Cuatro se toca rasgueando, teniendo en su ejecución gran importancia el muñequeo, el clavijero antiguo de madera ha sido reemplazando por el clavijero automático.
Los Capachos, Maracas o Chuchas
Hecho de totumitos que bien cabían en la mano, en algunas de las regiones una maraca era más grande y su sonido era mas grave y se le decía: Macho, a la otra se le decía cascabel o cascabelina.
Se le depositan semillas de capacho y de ahí que se le dijera a las maracas capachos, o capachas. También se las llamaba chuchas. Las maracas podían ser raspadas, perforadas con mucho huequitos y pintadas.
La Maraca Instrumento Precolombino es el aporte aborigen al folclor llanero.
Todos los pueblos indígenas hicieron de las maracas un instrumento de su predilección y lo ejecutaban en cada ceremonia. Pequeñas medianas, grandes, adornadas con pintura, labradas, con agujeritos, con mango corto o largo, coronadas con plumas vistosas, en fin decoradas al gusto de cada pueblo.
Se sabe que las usaron los Incas, los Guajiros, los mayas, Los Aztecas, los Quechuas. Sin embargo se afirma que el nombre se lo dieron los indios Jupies del Brasil del sur que habitaban las riberas del Río Maraca que desemboca en el río Amazonas.
La Bandola
I nstrumento armónico, traído también por los colonizadores de España y modificado ligeramente. Consta de una caja de resonancia, más pequeña que la de una guitarra y tiene 4 cuerdas. Tiene muy pocos trastes y se toca con plumilla En Venezuela no se considera como instrumento básico de la música llanera, en cambio aquí en Colombia la bandola remplaza el arpa en algunos grupos... Existen varias modificaciones como la mandolina que consta de 8 cuerdas.
La Cirrampla
Instrumento que costa de una vara de madera la cual tiene atada una cuerda a lo largo, y como caja de resonancia se usa la boca, haciendo vibrar la cuerda con los dedos de la mano. Hoy en día se puede considerar "extinto" del folclor, pues ya nadie enseña su ejecución y era usado únicamente aquí en Colombia.
El Furruco
Instrumento que usaron los indígenas, para marcar los bajos de las tonadas. Esta compuesto por un cilindro de madera hueco en sus dos extremos, uno de ellos forrado con un cuero. Tiene en su centro una vara. Para tocar el instrumento se unen las palmas de la mano con la varita entre las dos y se desliza hacia abajo, produciendo una vibración la cual suena muy parecida a un bajo.